miércoles, 22 de mayo de 2013

Hago siempre pompas, lindas pompas de jabón...

No es ninguna sorpresa pasear por cualquier punto de nuestra querida España y encontrarnos con obras abandonadas, como esqueletos silenciosos, otrora escuela y biblioteca del piropo y el requiebro, que son ahora prueba y testigo de la debacle nacional que hemos sufrido. Burbuja... una palabra tan simpática que evocaba nuestra despreocupada infancia. Una palabra ahora denostada al ser hermanada con la palabra "Inmobiliaria". Ya lo fue su sinónimo "Pompa" al vincularse en relación cuasi necrófila con el vocablo "Fúnebre".

Pompas fúnebres, burbuja inmobiliaria... Unas pocas sílabas más y podríamos componer un requiem Haiku de nuestra economía y nuestra inocencia, tal como Jorge Manrique, otro recuerdo de nuestra juventud, escribía hace casi 600 años: "...como a nuestro parecer, cualquiera tiempo pasado fue mejor".

Hace poco llegó a mis manos la triste gráfica del enfermo terminal que parece ser la construcción en España. 



En 6 años hemos pasado de consumir 18 millones de toneladas de cemento a poco más de 3 millones. Esto si que es un recorte drástico y no los de sanidad.

Porque si bien las "mareas blancas", "mareas verdes" y las "mareas que las parió" desfilan cada día por nuestras calles, levantando su voz contra los ajustes, para seguir siendo funcionarios en lugar de pasar a formar parte del competitivo y meritocrático mundo de la empresa privada, aún no hemos visto a ninguna plañidera profesional soltar una lágrima por los cientos de miles (¿millones tal vez?) de empleados de la construcción que han perdido toda esperanza de volver a trabajar en su noble y puede que artística especialidad: la ahora proscrita construcción. ¿Dónde estas Colau?, ¿Donde estais Toxo y Méndez?. Tal vez pensais que vuestro futuro es más esperanzador que el de los héroes que construyeron nuestro país... No os engañeis...

"Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
que es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
y consumir; 
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos,
y llegados, son iguales
los que viven por sus manos
y los ricos."






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