Hace poco fue
presentada por parte del gobierno la Ley de medidas de flexibilización y fomento del mercado de alquiler de viviendas. Una ley muy necesaria y esperada,
que según muchos, se ha que ha quedado corta.
En la
exposición de los principales puntos que definen la Ley, llevada a cabo por el
equipo de gobierno, se pusieron de relevancia de manera oficial una serie de
problemas y estadísticas por muchos conocidas.
Cabe destacar
entre ellas, que en España disponemos actualmente de 25 millones de viviendas,
3’4 millones de las cuales están vacías.
Realmente
bastaría este dato para imaginar las cotas especulativas que se llegaron a
alcanzar durante la “burbuja inmobiliaria”, pero si además analizamos las
diferencias legislativas entre nuestro país y las principales potencias
europeas, tal vez nos sorprendamos aún más.
En nuestro
país vecino, no le tiembla la mano al gobierno galo para requisar a bancos e
inmobiliarias la vivienda que lleve vacía más de 18 meses. Una expropiación en
todo caso temporal, pero que puede durar
6 años, y en casos excepcionales hasta 12.
No se hace
distinción entre personas físicas y jurídicas en Reino Unido, donde las
viviendas vacías durante más de 6 meses, podrán ser vendidas o alquiladas
forzosamente.
En Dinamarca,
el celo excesivo de las autoridades en materia de vivienda, les lleva a multar
a los propietarios con viviendas que estén mas de seis semanas vacias, además
de sancionar a los propietarios que oculten que disponen de una vivienda vacia
por encima de ese tiempo.
A los
alemanes, les obligan a rehabilitar los
inmuebles que lo necesiten, y en caso de que los propietarios se nieguen, pueden ver expropiada su casa de forma
temporal o definitiva. También se puede llegar a ordenar a los
propietarios a que alquilen esas viviendas y en raros casos, obligarles a
demoler las viviendas vacias.
Un caso extremo es el de Holanda, donde es legal la ocupación de una
vivienda si el dueño no
puede demostrar que su casa no ha estado vacía durante 12 meses, y solamente la recupera el propietario si
acredita que no va a volver a estar vacía.
Con esto no estamos
diciendo que las politicas en materia de vivienda, llevadas a cabo por nuestros
vecinos europeos, sean las más adecuadas para una democracia como la nuestra,
ni que sea aceptable o recomendable que sean adoptadas por gobiernos
autonómicos españoles con carácter retroactivo, pero ponen de relieve que la propiedad es el
90% de la ley, pero las leyes, para bien o para mal, las hacen los gobiernos.
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